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La demora en el pago de las expensas comunes de los edificios y condominios es un problema frecuente, que puede traer efectos muy negativos si no se resuelve correctamente.
Obviamente nos encontramos con razones y/o excusas de todo tipo para el no pago, desde los propietarios que se ausentan por mucho tiempo, los que sienten que el pago no es justo para el poco uso que hacen de los espacios comunes, los que dicen que el inquilino no les paga o que se administra mal la plata o que no tienen tiempo, dinero o simplemente intención de pagarlos.
No importa cuál es el motivo, debemos tener bien claro que todos los propietarios deben pagar las expensas comunes tal como lo establece la ley.
Ni los órganos de administración, ni los administradores, deberían permitir pasivamente la actitud de los propietarios morosos. Ellos cuentan con herramientas tales como el Reglamento de copropiedad y administración y/o Reglamento Interno, donde se puede prever este tipo de situaciones y fijar desde la aplicación de multas por incumplimiento hasta eventualmente todos los pasos administrativos y judiciales a seguir en estos casos.
Estamos convencidos que esto es más que un problema, ya que cuando los propietarios no pagan sus expensas comunes, se tiene como consecuencia directa la falta de liquidez en la comunidad, pagando así justos por pecadores. El propietario que cumple con sus obligaciones, por culpa de otro que no paga, vera como su comunidad se enfrenta a la imposibilidad de pagar un seguro, hacer un reparación básica o de relevancia, y si ello se mantiene en el tiempo enfrentar la desvalorización de su propiedad por falta de un debido mantenimiento.
Buenas prácticas tanto del lado de los propietarios como desde la administración no harán que este problema desaparezca, pero sí que el mismo este controlado y no pase a mayores.
Por ejemplo, en el caso de lo propietarios que alquilan su propiedad, pueden especificar en el contrato que se harán cargo de pagar las expensas, dado que se presentan frecuentemente casos de inquilinos que no pagan el monto correspondiente, lo que genera un problema al propietario que en ningún momento queda exento de esa responsabilidad.
Los administradores por su parte debemos generar una metodología de trabajo ordenada, documentada y controlable, que cubra las diversas instancias de una gestión de cobranzas eficiente, utilizando los medios de contacto tradicionales (llamadas telefónicas, correo electrónico, comunicados escritos, telegrama, etc) para una correcta gestión administrativa y de ser necesario también judicial. Y en todos los casos acompañando a la comunidad con una visión comprensiva e imparcial. En LA Administradora estos principios guían nuestros procesos…
Vivir tranquilo es importante!!
LA Administradora